Algunas veces las abuelas nos cuentan sobre algunos consejos de belleza que ellas utilizaban cuando eran jóvenes. Si bien algunas viejas prácticas eran peligrosas (las primeras bases de maquillaje eran a base plomo) no todas eran dañinas y en cambio algunas eran realmente efectivas, naturales y muy económicas. ¡Vamos a descubrirlas!
Dormir con fundas de almohada de seda o satén. Esto se debe sentir muy bien, aunque la ropa de cama de seda no sea muy barata, dura toda la vida. Según las abuelas, estas fundas no te dejan esas marcas en la cara que sí dejan las fundas de algodón. Supuestamente también es beneficioso para el cabello. Hay que probar para ver si es cierto.
Trenzarte el cabello para dormir. No veo cómo hacerse una trenza o dos ayude a cuidar el cabello, lo que si es seguro es que te quedará rizado.
Parches para las arrugas. Se usaron en los años 40 y se aplicaban húmedos sobre el área de las arrugas de los ojos, eran a base de yeso y pueden haber originado a los modernos tratamientos de yeso que vemos hoy en día.
Clavar las uñas en un limón. Se cortaba un limón por la mitad y se clavaban las uñas en él.Blanquea las uñas y suaviza las cutículas. También sirve para aclarar áreas oscuras de la piel como axilas o codos si pasas el limón por esas áreas, sólo hay que asegurarse de retirar el jugo antes de salir a la luz del sol directa por que se puede manchar la piel.
Cerveza en el cabello. Luego de lavarlo, las mujeres se ponían cerveza y la dejaban ahí en el cabello sin enjuagar. Le daba mas volumen y brillo al pelo. También cuentan las abuelas que a las rubias les resaltaba el color natural. Según he comprobado todo es cierto, menos lo del brillo. Debido al lúpulo presente en la cerveza, el cabello no quedará más brillante, pero tampoco se verá tan opaco.
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